Adentro del regreso fallido del grupo de Pity Álvarez, que terminó con una torre de sonido prendida fuego y un saqueo a su equipo técnico

Lo que parecía que iba a ser la vuelta triunfal de Viejas Locas a los escenarios después de un año y cinco meses de ausencia terminó en caos. Pity Álvarez apareció en Tucumán ocho horas tarde y el público, enfurecido por la demora, perdió el control yprendió fuego la torre de sonido, destruyó consolas y saqueó los stands de un predio que no estaba habilitado para esta fecha: el Club Argentinos del Norte de San Miguel de Tucumán estaba clausurado para espectáculos artísticos desde el 24 de marzo. Sin embargo, la producción del evento -a cargo del productor local Lucas Salinas y del Pity- había decidido seguir adelante con la presentación hasta último momento.
Hace menos de un año, mientras hacía un tratamiento de rehabilitación en una clínica privada de Saavedra después de sufrir un accidente con su moto, Pity afirmó que iba a volver a tocar con Viejas Locas con una fecha en Tucumán. Pasó el tiempo y mientras las entradas se vendían a 700 pesos, un posteo de Fernando Samalea en Facebook hacía pensar que todo iba en serio: el ex baterista de Gustavo Cerati y Charly García confirmaba que era parte de la nueva formación de Viejas Locas, anunciaba que estaban ensayando y elogiaba al líder de la banda («Pity, persona noble, mente hiper-inteligente y mucho sentido del humor, sensibilidad y ternura. En su órbita, da gusto ser una vieja loca que rueda por las calles…»).
El operativo retorno siguió avanzando el sábado 31 de marzo, cuando la producción de la banda comenzó a trabajar en el armado de la estructura del escenario en Argentinos del Norte. El martes 4 de abril otro grupo de técnicos viajó desde Buenos Aires para terminar los preparativos, pero se encontró con que todo estaba al 30 por ciento. Al día siguiente, Pity debía presentarse para ver la puesta en escena, pero no apareció. «Tenía el pasaje y no fue», dicen allegados a la banda. «Primero lo pospuso para el jueves con la excusa de que se quedaba a ensayar y después dijo que iba el viernes para la prueba de sonido, pero nunca llegó. Estaban todos los músicos menos él y probamos igual, teníamos todo listo.»
Después de los desplantes de la semana, a Pity lo esperaban en Tucumán a la mañana, pero nunca tomó el vuelo que salía a las 7 desde Aeroparque. Le emitieron otro pasaje para las 5 de la tarde, pero tampoco se subió a ese avión. Se comunicó con una persona de su equipo y le dijo que el productor del evento no le había pagado lo que le correspondía, por lo que decidió quedarse en su casa de Lugano y exigió la presencia de Lucas Salinas. Antes de que cayera la noche, el productor tomó un avión a Buenos Aires y fue a buscar al líder de la banda a su casa, pero él no quiso salir. Contactado por Rolling Stone, Salinas prometió dar su testimonio pero después no volvió a atender el teléfono.