El máximo referente del radicalismo nacional no titubeó al afirmar que en caso de ser electo Presidente incumplirá todos los compromisos en pesos asumidos por el Estado. Las medidas ponen en riesgo a bancos y ahorristas, y generan más incertidumbre. 

El Gobernador de Jujuy Gerardo Morales se lanzó oficialmente como precandidato presidencial en representación del sector más izquierdista del radicalismo. Sus estrafalarias declaraciones despertaron la incertidumbre entre inversores y ahorristas, frente a las posibles medidas que podría adoptar uno de los principales socios en Juntos por el Cambio en caso de llevarse la presidencia en diciembre de 2023.

Morales no titubeó en anunciar que está dispuesto a defaultear la deuda pública en pesos en caso de ser electo presidente. El referente radical no mostró demasiada preocupación por las implicancias de sus declaraciones, y de hecho se refirió específicamente a los bonos negociados en el canje recientemente lanzado por el ministro Sergio Massa.

“Vamos a tener que reperfilar todo, para poner en marcha nuestro plan y restablecer el orden”, explicó sin mayor empacho el Gobernador Morales.

Tan solo en su primer acto tras lanzarse a la presidencia, Morales se reservó para sí mismo una de las afirmaciones más irresponsables jamás dichas en lo que va de la campaña 2023. Decidió utilizar el término “reperfilamiento” tal y como lo había utilizado el exministro Hernán Lacunza en su breve gestión en 2019, pero realmente refiere a un incumplimiento de los términos en las obligaciones del Estado.

Dada la mayúscula exposición del sistema financiero local a los títulos del sector público, un eventual reperfilamiento amenaza con provocar una crisis financiera y una rápida corrida contra los bancos.

Si bien el default de la deuda en pesos se plantea como una alternativa para evitar monetizar esas obligaciones por parte de algún rescate del BCRA, lo cierto es que una eventual crisis bancaria de igual modo implicaría un rescate monetario y con consecuencias inflacionarias similares.

“Acá hay muy buena representación partidaria. Me caminé todo el país y hay mucha energía en el radicalismo. Estamos en condiciones de disputar el liderazgo y la centralidad en Juntos por el Cambio, todavía no está nada resuelto”, anunció el Gobernador.

Como parte de su discurso de apertura, Morales reclamó “volver a la Argentina productiva” aunque con escasas explicaciones acerca de qué significa exactamente su propuesta. También resaltó la importancia de un “Estado fuerte y presente” en la vida económica del país, siguiendo los postulados del viejo radicalismo del siglo pasado.

No es la primera vez que el Gobernador presenta ideas económicas abiertamente heterodoxas. Morales se perfiló como uno de los más celosos defensores de la emisión monetaria sin respaldo en el momento de la pandemia, decidió instar públicamente al Gobierno de Alberto Fernández para hacerlo y apoyó los controles de precios que en aquel entonces desplegaba el Gobierno kirchnerista.

Más tarde, la normalización de la demanda de pesos post-pandemia no tardó en aparecer y la explosiva emisión monetaria provocó el alza de la inflación más drástica de los últimos 30 años. El IPC registró una variación interanual del 102,5% en febrero de 2023, y 6,6% solo en ese mes.